lunes, 21 de julio de 2008

VENTANAS Y ESPEJOS

Desde mi casa, a este lado del río, observo el mundo a través de los grandes ventanales. Las ventanas son como espejos. Reflejan todo lo de afuera. Pero hoy es un espejo extraño. El mundo de allá afuera se ha quedado quieto. Es una quietud enfermiza. Ironía incomprensible. Las aguas no corren hacia el mar océano. Nada ocurre en el puente. Nada en los espacios aledaños. Es como una diapositiva, Colores llenando formas en el espacio vacío. Repentinamente, unos segundos de movimiento y de regreso a la diapositiva en otro ángulo. Es decir, nada.
Los espacios y el tiempo no son entes semejantes, ni paralelos. Los espacios son espesos, formales, pardos, continuos. Por más que todo cambie en el universo, en ellos el cambio se produce lentamente, tan lentamente que no es posible darse cuenta. El tiempo, en cambio, es juguetón. Lúdico. Navegador. No me doy cuenta cuando me está mostrando los hechos del pasado, o inventando futuros plenos de esplendor y de mentira.

Es el tiempo el que me trae a la memoria, sobre el puente, al hombre que grita. Los colores, en la tela, esconden descargas eléctricas, moviéndose vertiginosas sobre el tiempo para apoyar la desesperación de este hombre sin formas, a punto del infarto. No sé por qué te gustaba tanto, es lo único que pusiste en tu maleta cuando me dejaste. Pero, ¿En verdad me dejaste?... ¿O yo te abandoné?... Es pura insanía instalada en el centro del puente, mientras el río se decide a avanzar dos o tres metros. Extraño tus manos de sacerdotisa. Pero no comprendiste que debía venir, con mi soledad, a esta casa, en espera que la pesadilla termine y me deje vivir, otra vez...

Ventana... o espejo... ¡qué más da!... si de todas maneras me transforma en el hombre de detrás del espejo... Sé perfectamente que si doy dos pasos entraré allí al universo, sin suburbios, que hay entre la ventana y el espejo y el mundo de allá afuera. Es una idea que me subyuga. Si lo hiciera, no sé si podría regresar... ¡Temor!... Aunque hay días en que me pregunto si tiene sentido regresar para sentarme aquí detrás de los ventanales y observar las diapositivas inermes del mundo de allá afuera. ¿Habrá algún significado en cambiar una cárcel por otra?... Nada sobre el puente... nada en la atmósfera... nada dentro del río... nada dentro de mi...

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